Sistema de triple redundancia: la ingeniería detrás de la seguridad farmacéutica

La implementación de triple redundancia protege la integridad del producto farmacéutico

Sistema de triple redundancia: la ingeniería detrás de la seguridad farmacéutica

Garantizar la integridad del producto es un desafío constante en el sector farmacéutico, especialmente para aquellos medicamentos que requieren un estricto control de temperatura. Una interrupción en la cadena de frío, por mínima que sea, puede comprometer la eficacia de vacunas, biológicos e insulina, poniendo en riesgo la salud pública. La estrategia conocida como triple redundancia combina múltiples fuentes eléctricas y sistemas de enfriamiento para asegurar operación continua y disponibilidad superior al 99,9%. 

Además, el monitoreo y los protocolos de contingencia garantizan trazabilidad y respuesta rápida ante eventos.

¿Qué es la triple redundancia y por qué importa?

La triple redundancia es una estrategia de ingeniería que añade capas de respaldo: por ejemplo, sistema primario de refrigeración más unidades auxiliares (N+1), además de varias fuentes de alimentación (red pública, solar, baterías y planta diésel). Si un componente falla, otros toman la carga sin interrumpir la temperatura requerida. 

En farmacéutica, donde rangos como 2–8 °C o ultracongelación son decisivos, esta confiabilidad evita pérdidas económicas y riesgos clínicos. Las guías internacionales sobre cadena de frío resaltan la necesidad de sistemas de control y respaldo para asegurar la conservación de vacunas y biológicos.

Componentes clave de un sistema robusto

Un sistema de triple redundancia efectivo combina tecnología, procesos y gente. Elementos esenciales:

  • Red eléctrica primaria con monitoreo.
  • Energía solar o SDD (Solar Direct Drive) para sostenibilidad y respaldo.
  • Banco de baterías/UPS dimensionado estratégicamente. No solo cubre cortes cortos de energía, sino que también garantiza operación continua en escenarios prolongados de baja irradiación solar o indisponibilidad de diésel. De este modo, si un desastre natural daña la red eléctrica y limita el acceso a combustible, los paneles solares mantienen la operación durante el día y las baterías cubren la noche hasta en casos de periodos prolongados de poco sol durante el dia.
  • Planta diésel para autonomía prolongada cuando el suministro de combustible es estable.
  • Unidades de refrigeración N+1 (o mayor) y control de temperatura continuo con alarmas.
  • Protocolos de mantenimiento y pruebas periódicas.

Estas capas reducen la probabilidad de fallo catastrófico y facilitan la detección temprana de anomalías. Estudios y guías técnicas recomiendan combinar fuentes renovables, generadores y bancos de baterías de gran capacidad para optimizar disponibilidad y sostenibilidad incluso bajo condiciones adversas.

Cómo la triple redundancia protege la integridad del producto

La integridad del producto farmacéutico depende tanto del hardware como de los procesos: registros de temperatura, trazabilidad por lote, pruebas de conmutación entre fuentes y planes de contingencia. Empresas con cuartos fríos diseñados con triple redundancia pueden afirmar altos niveles de disponibilidad y confianza operativa; esto es crítico para distribuidores que manejan vacunas o productos sensibles. 

Agencias J.I. Cohen, fundada por Jack Irving Cohen y liderada por Alberto Cohen Mory, indica que su cuarto frío cuenta con sistema de refrigeración con triple redundancia y cuatro fuentes de alimentación (red, solar, batería y planta diésel), estrategia que permite disponibilidad superior al 99.9% y refuerza su capacidad para mantener la cadena de frío. 

La triple redundancia no es una sofisticación innecesaria: es una inversión en seguridad sanitaria. En la distribución farmacéutica, donde cada grado importa, esta ingeniería protege la integridad del producto, reduce desperdicios y salvaguarda la confianza institucional. Combinar fuentes de energía, unidades de enfriamiento redundantes y vigilancia electrónica con protocolos de respuesta convierte al almacén en una fortaleza operativa.