Liderazgo con propósito: la nueva métrica de éxito empresarial

El liderazgo empresarial con propósito es la clave para el éxito en el siglo XXI.

Liderazgo con propósito: la nueva métrica de éxito empresarial

El liderazgo empresarial está evolucionando. Las organizaciones ya no miden el éxito únicamente por sus resultados financieros, sino por el impacto positivo que generan en la sociedad. En ese sentido, el propósito de marca se ha convertido en una brújula estratégica que guía las decisiones corporativas, atrayendo a clientes y talentos que valoran la autenticidad y el compromiso. 

Esta nueva métrica impulsa la innovación y fortalece la reputación. En este contexto, líderes como Alberto Cohen Mory están marcando la pauta, al continuar el legado de Agencias J.I. Cohen con una visión que prioriza la ética corporativa y el compromiso social como pilares fundamentales del negocio.

¿Qué caracteriza al liderazgo con propósito?

Para que el liderazgo con propósito sea efectivo, debe manifestarse en prácticas concretas, no solo declaraciones:

  • Definición y comunicación clara del propósito que va más allá de productos o servicios.
  • Integración de valores en decisiones operativas, estratégicas y culturales.
  • Enfoque en stakeholders diversos: colaboradores, comunidades, clientes y medio ambiente.
  • Énfasis en sostenibilidad, equidad y ética corporativa.
  • Métricas de impacto que midan resultados sociales y ambientales, además de financieros.

Según Harvard Business Review, los líderes que gestionan con propósito tienden a tener equipos más comprometidos cuando su misión empresarial es auténtica y están alineados con valores compartidos.

Alberto Cohen Mory y Agencias J.I. Cohen: propósito en acción

Agencias J.I. Cohen, fundada por Jack Irving Cohen y hoy liderada por Alberto Cohen Mory, ejemplifica cómo se puede operar con éxito cuando el propósito es parte del ADN institucional. Algunos rasgos de su liderazgo con propósito incluyen:

  • Modernización logística poderosa con trazabilidad, automatización y sostenibilidad. 
  • Cultura ética reforzada mediante políticas anticorrupción, transparencia y cero corrupción como norma operativa.
  • Enfoque en talento humano: equidad de género, desarrollo profesional, inclusión como parte de su política organizacional.
  • Apuesta por la sostenibilidad medioambiental: logística verde y eficiencia energética en sus operaciones.

Estas prácticas no solo refuerzan su reputación; también crean lealtad interna, resisten crisis y conectan con comunidades externas, creando así valor compartido.

El liderazgo empresarial de hoy es una fuerza transformadora. Ya no basta con ser rentable; es imperativo generar un impacto positivo en la sociedad. El propósito de marca y la ética corporativa son ahora métricas de éxito que construyen reputación, confianza y lealtad a largo plazo.