ABG impulsa la ciberresiliencia financiera con la entrada del Reglamento JM-98-2025
Guatemala avanza en ciberresiliencia financiera con el reglamento JM-98-2025, fortaleciendo la gestión del riesgo tecnológico y la seguridad digital.
La semana pasada, Guatemala dio un paso histórico hacia una infraestructura financiera más segura y resiliente. En el foro “Riesgos Tecnológicos: Estrategias de Ciberresiliencia en la Nueva Era Digital”, la ABG reunió a líderes del sistema financiero, autoridades y expertos internacionales para analizar los alcances del nuevo Reglamento JM-98-2025 para la Administración del Riesgo Tecnológico.
Más que una actualización normativa, este reglamento fue descrito por los participantes como un verdadero cambio de era. Su objetivo: fortalecer la gobernanza del riesgo tecnológico, elevar los estándares de seguridad y preparar a las instituciones financieras para responder con agilidad a un entorno digital en constante amenaza.
El encuentro, considerado uno de los más técnicos y relevantes del año, abordó ejes como la protección de datos, la inteligencia artificial responsable, la infraestructura crítica, la contratación con terceros, y los planes de continuidad y recuperación operativa.
La resiliencia digital, una prioridad global

El debate sobre ciberresiliencia no es exclusivo de Guatemala. En las últimas semanas, episodios como la caída global de servicios asociados a Cloudflare, que afectó a miles de plataformas financieras y tecnológicas en todo el mundo, recordaron la fragilidad del ecosistema digital actual. Estos eventos exponen la urgencia de contar con protocolos robustos que garanticen la continuidad de las operaciones frente a interrupciones tecnológicas o ataques cibernéticos.
Los expertos presentes coincidieron en que los riesgos tecnológicos ya no se limitan a pérdidas económicas, sino que amenazan directamente la confianza y estabilidad del sistema financiero. Por ello, la resiliencia operativa, capacidad de anticipar, resistir y recuperarse ante incidentes digitales, se ha vuelto una competencia estratégica de supervivencia.
Un marco que proyecta liderazgo regional
Con la entrada del JM-98-2025, Guatemala no solo fortalece sus mecanismos de supervisión, sino que marca una ruta regional de referencia en la adopción de estándares internacionales sobre ciberseguridad financiera.
El nuevo marco exige una gestión integral del riesgo tecnológico basada en transparencia, trazabilidad y respuesta oportuna ante fallos o vulneraciones. Además, introduce directrices inéditas en la región sobre uso ético de inteligencia artificial y procesamiento de datos en entornos híbridos o en la nube, un desafío particularmente relevante en la era de la automatización.
“La ciberresiliencia ya no es una opción, sino un requisito para competir en la economía digital”, señalaron los organizadores.
Destacando la necesidad de una colaboración más estrecha entre bancos, reguladores, proveedores tecnológicos y auditores para construir ecosistemas financieros sólidos y sostenibles.
Con esta iniciativa, Guatemala se consolida como un referente en regulación y prevención tecnológica en América Latina, demostrando que el futuro financiero del país no solo será digital, sino también ciberseguro, inteligente y preparado para resistir.